Si tú, Cristo, estás en nosotros, ¿quién nos engañará? Si estás con nosotros, ¿qué no podremos en el Señor que nos conforta? Si estás por nosotros, ¿quién podrá nada contra nosotros? Precisamente para esto vienes al mundo: para que, habitando en los hombres, con los hombres y por los hombres, se iluminen nuestras tinieblas, se suavicen nuestros trabajos y se aparten nuestros peligros (San Bernardo).
Feliz día del Señor. Celina
Ciertamente Cristo está en nosotros, con nosotros y por nosotros, porque Él forma parte de nosotros. Pero, para vivificar esta presencia suya dentro de nosotros, debemos orar y saber escuchar sus palabras en el silencio interior de nuestra alma. Gracias, Celina, por brindarnos la oportunidad de recordar la importancia de la oración. Feliz día del Señor a todos.