De joven, mi vida era como una flor, a la que nada le importaba perder una hojilla de su tesoro, cuando la brisa de la primavera venía a pedir a su puerta..
Ahora que muere mi juventud, mi vida es como una fruta a la que nada le sobra y anhela darse de una vez, con su carga completa de dulzura.
(Rabindranaz Tagore)
Feliz día del Señor. Celina
Tres ideas forman el eje de este bello y delicado poemita de Tagore: juventud, madurez y entrega. Juventud que en su desarrollo pierde parte de su tiempo; madurez sazonada y jugosa, lista para entregarse, para darse a los demás con dulzura y amor. Así considera el poeta que es su vida. También la nuestra en el nombre del Señor. Bella imagen de fresas en sazón. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.