María, con su modo de actuar, nos recuerda la grave responsabilidad que cada uno tiene de acoger el plan divino sobre la propia vida. Obedeciendo sin reservas a la voluntad salvífica de Dios, que se le manifestó a través de las palabras del ángel, se presenta como modelo para aquellos a quienes el Señor proclama bienaventurados, porque «oyen la palabra de Dios y la guardan» (Lc 11, 28).
(San Juan Pablo II)
Feliz día del Señor. Celina
Impresiona pensar que la salvación y la redención de toda la Humanidad estuvo pendiente de un sí o de un no de María. Imaginemos que María hubiera dicho no al angel, en uso de su libertad. Todo el plan salvifico de Dios habria quedado sin efecto y la Humanidad irredenta. Esta disponibilidad de Maria debe hacernos pensar en las consecuencias que se generan cuando nos oponemos al plan de Dios y, sobre todo, en la responsabilidad que adquirimos ante Dios y los hombres. De aquí proviene la gravedad del pecado. Bella imagen de María nos ofrece hoy Celina. Gracias. Feliz día del Señor a todos.