La caridad es la máxima norma, a la que todo debe tender: ella es una ilustre señora, y hay que cumplir lo que ordena. Removemos, pues, nuestro espíritu de servicio a los pobres, principalmente para con los abandonados y desamparados, ya que ellos nos han sido dados para que los sirvamos como a señores.
(San Vicente de Paúl)
Feliz día del Señor. Celina
La caridad y el amor al prójimo, manifestado en obras, nos abren las puertas de la Casa de Dios. Y estas obras son el servicio y la ayuda a los que carecen de bienes materiales, pero también debemos estar dispuestos a acoger amorosamente a quienes necesitan cariño y ternura. Una caricia o una sonrisa a veces es el mejor consuelo para quienes se sienten solos e incomprendidos. Gracias, Celina, por el texto y la imagen. Feliz día del Señor a todos.