Lanzamos piedras,
piedras de hierro y de madera,
Invisibles, certeras… tu miseria muestran,
y el alma de tu hermano laceran.
¡Es tu hermano, aunque no lo parezca!
Su aspecto, carácter, lengua o diferente color,
no son distancia, son riqueza.
El mismo Padre os hizo,
el corazón es la prueba.
De Amor, y solo en amor se alimenta.
(Javier Zubiaurre Arrieta)
Feliz día del Señor. Celina
Sí, mil veces sí, es mi hermano el que sufre. Además, lo parece. El mismo dolor, los mismos sufrimientos, los mismos desengaños, las mismas tristezas, y la misma soledad y el mismo desprecio, y el hambre y sed. Hoy, unidas nuestras manos, démonos un abrazo de hermanos. No importa el color, ni la raza, ni el país que nos vio nacer, lo que importa es el corazón que late junto al nuestro: el tuyo. Que nuestras manos ensangrentadas nos unan en un sólo corazón de hermanos con Cristo Jesús crucificado. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.