No sabemos si estamos destinados a ser río caudaloso o si hemos de parecernos a la gota de rocío que envía Dios en el desierto a la planta desconocida. Pero más brillante o más humilde, nuestra obligación es cierta: no estamos destinados a salvarnos solos.
(Beato Manuel Domingo y Sol)
Feliz día del Señor. Celina