José Luis Martín Descalzo

Cuando venga mi Hijo,

me callaré.

Si Él es la Palabra

yo ¿qué?…

Belén está ya cerca, 

casi se ve.

Se acaba la tarea

que comencé.

Porque cuando en mis brazos

nacido esté,

el «hágase» que dije

repetiré.

Y ya no diré nada.

Ya ¿para qué? 

Si Él es la Palabra me callaré.

(José Luis Martín Descalzo)

Feliz día del Señor. Celina

Maertens-Frisque

«Ángel tocando el laud», Melozzo da Forlì

En un mundo rico en posibilidades, pero, al mismo tiempo, sometido a contradicciones y tenido como absurdo por algunos, (los cristianos) deben comunicar a los que se encuentran a su alrededor la alegría que ellos viven: una alegría extraordinariamente realista y que expresa su certeza, basada en la victoria de Cristo, de que el futuro de la humanidad se irá construyendo a través de dificultades y contradicciones aparentes. El mundo no es absurdo, ya que Dios lo ama, y el principio vital de su éxito se nos ha dado una vez por todas en Jesucristo. 

(Maertens-Frisque)

Feliz día del Señor. Celina

Cristóbal Jiménez Ariza

Estamos en Adviento, tiempo de búsquedas y sueños. De espera. Esperar a Dios empieza por comprender que él tiene algo que decirnos. Ya llega, con el mismo regalo de siempre. Nuevo y al mismo tiempo, eterno. Llega para decir que lo pequeño a los ojos de este mundo es inmenso para él. Llega para abrazar lo despreciado. Llega para habitar los pesebres de nuestras vidas y nuestro mundo. 

(Cristóbal Jiménez Ariza, sacerdote jesuita)

Feliz día del Señor. Celina

Benedicto XVI

«Mirad, Dios viene, nuestro Salvador». (La antífona) no usa el pasado -Dios ha venido- ni el futuro -Dios vendrá-, sino el presente: «Dios viene». Se trata de un presente continuo, es decir, de una acción que se realiza siempre: está ocurriendo, ocurre ahora y ocurrirá también en el futuro. En todo momento «Dios viene».

(Benedicto XVI)

Feliz día del Señor, I Domingo de Adviento. Celina

José María Rodríguez Olaizola

El Salvador, El Greco

¿Qué Reino es este, que ve a su Rey despojado de grandezas, de ropajes, de títulos? 

Hay que saber mirar para descubrir el poder verdadero de una palabra que rompe muros y desnuda ficciones. 

Mirad y ved, una mano que escribe la ley en la arena y viste, con suave caricia, a los despojados. 

Unos pies descalzos que se adentran por caminos áridos para salir al encuentro de la gente solitaria. 

Un corazón que late tan fuerte con cada herida ajena que a punto está de salirse del pecho. 

Mirad y ved, vosotros también; contempladlo y quedaréis radiantes. 

(José María Rodríguez Olaizola)

Feliz Domingo, fiesta de Jesucristo, Rey del Universo. Celina

Autor desconocido

¿Estás en paz?

Reza: la oración te conservará. 

¿Eres tentado?

Reza: la oración te sostendrá. 

¿Has cedido a la tentación? 

Reza: la oración te levantará.

¿Estás desanimado?

Reza: la oración te fortalecerá. 

¿Estás abandonado? 

Reza: la oración hará que Jesús se acerque a ti.

¿Te ves perdido, no sabes ya qué va a ser de ti?

Arrójate en la oración, no razones, no le des vueltas.

Reza: Jesús nunca falla.

(Autor desconocido)

Feliz día del Señor. Celina

Pedro Arrupe

Nada puede importar más que encontrar a Dios.

Es decir, enamorarse de Él

de una manera definitiva y absoluta. 

Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación, 

y acaba por ir dejando su huella en todo.

Será lo que decida qué es

lo que te saca de la cama en la mañana, 

qué haces con tus atardeceres, 

en qué empleas tus fines de semana, 

lo que lees, lo que conoces,

lo que rompe tu corazón, 

y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud. 

(Pedro Arrupe, sacerdote jesuita)

Feliz día del Señor. Celina

Nguyen van Thuan

El mundo no se renueva cuando las personas conciben la santidad como algo distinto de cumplir los deberes de su estado. 

Cada paso más por el camino de la santidad es un paso en el sacrificio de cumplir cada uno su deber.

(Nguyen van Thuan, cardenal)

Feliz día del Señor. Celina

San Juan XXIII

Hay que esperar -con la conciencia del deber cumplido y con gran humildad- la continua asistencia del Señor. En Él está la base de nuestra fortaleza y de la segura continuación de nuestro buen camino. 

(San Juan XXIII)

Feliz día del Señor. Celina