Dice Dios: «Mi fuerza reside siempre en la debilidad, porque mi fuerza es de conversión.
Confiadme el mal, yo despertaré el perdón.
Confiadme la injusticia, yo iré a buscar la misericordia.
Confiadme el miedo, yo lo pararé con la amistad y la esperanza.
Confiadme un mundo en ruina, yo lo haré renacer de sus cenizas.
Confiadme una carencia, yo la convertiré en plenitud.
Confiadme un basurero, yo haré que en él crezca una rosa.
Confiadme vuestra vida frágil, yo os daré la felicidad completa».
(François Garagnon)
Feliz día del Señor. Celina
Si confiados ponemos nuestras vidas en las manos de Dios, las inquietudes y debilidades que nos perturban, dejan de ser nuestras. Él las hace suyas y las convierte en flores olorosas que perfuman nuestra vida. «Muéstrame bondadoso con nosotros puesto que en ti, Señor, hemos confiado» (Salmo 33,22). Hermosa y tierna rosa blanca, símbolo de nuestra sincera confianza en Dios. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.