Si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que no sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.
(San Luis de Francia)
Feliz día del Señor. Celina
Dos virtudes destacan en el texto que nos propone hoy Celina: la virtud de la paciencia ante la adversidad y la virtud de la humildad en la prosperidad. Pero el texto también sugiere dar gracias a Dios, tanto en la prosperidad como en la adversidad, porque en ambas situaciones Dios busca nuestro bien. Bella imagen de un alma iluminada por la luz del Espíritu Santo. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.