Ahora sé que vuelo al infinito,
como flecha a los cielos disparada,
como la luz total y como el grito
despedazado de la suerte humana.
Ahora sé que acabará este olvido,
esta sombra de carne y de silencio,
este tiempo que huye fugitivo,
como nube llevada por el viento.
Ahora sé que el alma nunca muere,
que la luz el espíritu ilumina,
que el fuego ya me quema y ya me hiere
en esta claridad de eterna vida.
(Juan Cuesta Poza)
Feliz día del Señor. Celina